REMEDIO CONTRA EL CALOR
En estas épocas de asfixiante calor y preocupación generalizada por la reducción del uso de la energía, puedes encontrar la solución a los dos problemas de una y en un utensilio tan simple como es el botijo… sí sí, has leído bien, EL BOTIJO.
El funcionamiento del botijo se basa en el enfriamiento por evaporación, y la evaporación no es más que el cambio de estado de líquido a gas.
Este cambio de estado se consigue gracias a la porosidad de la arcilla con la que se fabrica el botijo. El agua del interior se filtra a través de los poros y al entrar en contacto con el exterior cambia de estado a vapor.
Para dicho cambio de estado se necesita un aporte de energía, el cual se toma del líquido del interior consiguiendo así que este se enfríe.
Eso sí, es importante tener en cuenta que, para poder conseguir el objetivo de disminuir la temperatura del líquido del interior, no se debe pintar ni barnizar los botijos, ya que se perdería la porosidad de la arcilla.
Además, hay que tener en cuenta que este efecto de enfriamiento dentro del botijo tiene un mayor rendimiento en los ambientes más secos (con una humedad relativa del ambiente más baja) ya que permite una mayor evaporación.