Complejo deportivo GKS Katowice

PROYECTO: Concurso restringido
AÑO: 2018
LOCALIZACIÓN: Katowice, Polonia
DESCRIPCIÓN: Estadio de Fútbol de 15 000 localidades, Pista multifuncional de 3 000 localidades y 6 pistas exteriores de entrenamiento
CLIENTE: Club de fútbol GSK Katowice
EQUIPO: EOVASTUDIO, GmásP
DISEÑO ESTRUCTURA: GmásP
PREMIO: Finalista

La estructura del nuevo estadio del GKS Katowice surge de la configuración circular de la planta, generándose un sistema radial de bóvedas de cubierta. Esta cubierta dota de protección y sombra a la totalidad de las gradas del estadio, y cubre la pista polideportiva interior. La misma solución estructural es utilizada tanto para los voladizos sobre las gradas como para la zona del polideportivo.

La cubierta está formada por una serie de bóvedas, compuestas por una sucesión de arcos tubulares que soportan el cerramiento de cubierta. Estos arcos apoyan en las vigas radiales de hormigón, que surgen desde el suelo en el perímetro del estadio, para apoyar en la parte superior de la grada, cubriendo a esta última mediante un voladizo.

Se ha optado por un sistema de arcos buscando la máxima ligereza de la cubierta, prescindiendo de pesadas celosías o sistemas bidireccionales. Los arcos permiten salvar grandes luces contando únicamente con su forma, que surge de la búsqueda de la directriz adecuada para el sistema de cargas que debe soportar. Por ello, se trata de arcos de directriz catenaria, cuya forma es el antifunicular de las cargas gravitatorias y permite cubrir la distancia entre soportes únicamente mediante esfuerzos de compresión.

La principal característica de los arcos se fundamenta en que la resultante de sus esfuerzos siembre es tangencial a su directriz, lo que genera un diagrama de solo compresiones. Pero esta característica beneficiosa para la optimización del acero tiene su contrapartida en los arranques de los arcos, ya que, dado que la directriz del arco no es vertical en sus arranques, existen importantes fuerzas horizontales a resistir en estos puntos. Estos esfuerzos horizontales en los apoyos de los arcos se ven compensados y contrarrestados entre sí en los puntos de apoyo gracias a la sucesión de arcos que forman las distintas bóvedas de la estructura, que permite que se anulen los esfuerzos horizontales, transmitiendo únicamente esfuerzos verticales a las vigas que los soportan.

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